El amanecer nos ha mostrado la gran helada que ha caído hoy. Los coches completamente blancos, una neblina que no dejaba ver el horizonte más allá de los 100 metros y la mar que parecía que hervía. Los accesos a los barcos se han hecho un poco más complicados por las patinadas que nos dábamos en las zonas que siempre permanecen húmedas y que hoy estaban que parecían pistas de hielos.
El nuevo contacto que hemos tenido con la mar ha sido un poquito agitado ya que nos ha recibido con un "terral" moderado y con algo más que una simple marejadilla. Después de estar largo tiempo sin poder salir a causa de los sucesivos temporales que han azotado nuestras costas, hoy volvíamos a salir e intentar pescar algo y las condiciones, a primeras de cambio, no eran las más idóneas. Frío, mucho frío, el vientecillo que hacía que las derivas fuesen rápidas y, para despabilarnos antes, un poco de agetreo para el cuerpo. Gracias que el viento, después de aumentar su intensidad durante una media hora, ha ido amainando poco a poco hasta casi quedarse en nada.
Nuestra idea era tentar las lubinas las dos primeras horas cerquita de la costa para luego salir a fondos de entre 70 y 140 metros en busca de pargos, dentones o abadejos, pero las condiciones en que nos encontrado la mar y la intensidad del viento ha hecho que permaneciéramos más tiempo del previsto cerca de la costa.
Hoy he salido con Oskar en su embarcación. Por otro lado, Manolo y Miguel salían en la embarcación de éste último y con la idea de ir a pescar a fondo pero la mar les ha hecho cambiar de planes y quedarse cerquita de la costa dándole al lig jigging. A su vez, desde Deva ha salido Iker en solitario. La primera zona que hemos explorado solo nos ha deparado una picada. Ha sido un pequeño pulpo que ha mordido el metal jig que le ha servido Oskar. Ha vuelto al agua más rápido de lo que ha venido.
Al cambiar de zona, por el camino, la sonda nos ha marcado bancos de peces de pasto lo que significa parar la embarcación y lanzar los light jigs para ver si están siendo perseguidos por algún depredador que nos atraiga. Los primeros lances han sido negativos hasta que han salido un par de cabrillas y un hermoso txitxarro. Otro cambio de zona por la llamada de Miguel y Manolo comunicandonos que estaban pescando algunos hermosos txitxarros.
Antes de llegar a la zona donde estaban lo hemos intentado en otro punto sacando un txitxarro y soltandoseme otro.
Una vez junto a las otras embarcaciones, en fondo de 35 metros, he tenido una bonita picada a un metal jig de 30 grs., de color rosa, a medias aguas y creyendo que sería otro txitxarro he sacado una lubina que justo llegaba a la talla legal de 36cm.. Una foto y al agua.
Seguidamente, otra picada a Oskar ha hecho que subiese una bonita itxaskabra (cabracho o cabra-roca) que había mordido su metal jig de Bassday de 60 grs..
Otros dos tres txitxarros han hecho que diésemos por terminado la sesión de light jigging y nos hemos encaminado hacia aguas más profundas en busca de sorpresas más agradables.
Esta vez no ha podido ser y tras intentarlo durante algo más de dos horas no hemos tenido ninguna picada. Tras lo cuál, hemos puesto proa hacia tierra y para casa esperando que otro día nos sea más propicio.