Seguimos aprendiendo de la pesca con vinilos. Uno con más suerte que el otro.

Este fin de semana no se me ha dado mal, tampoco ha sido como para echar cohetes, pero al menos tanto viernes como sábado y domingo hemos podido sacar peces. El viernes por la tarde Santi y yo fuimos a hacer jigging a 90 metros de profundidad, pero no dimos con peces en el fondo. Sí que conseguimos hacer una buena pesca de txitxarros y salvarios con los Sabikis y los Micromit, que nos alegraron el día. Pesca entretenida, no llevamos cámara así que no tenemos fotos.

El sábado me quedé dormido y Santi me llamó a las 6 y cuarto de la mañana, esperándome en el Lau Teilatu. Me vestí a toda prisa, llegué al barco, allí estaba Santi y al costado del barco charlaban Abi y Manolo con Santi, listos para salir. Santi y yo salimos con la intención de comprobar que los rumores de que había entrado algo de lubina eran ciertos.

La mañana no iba nada bien, pescábamos a 20-30 metros de profundidad, lanzando vinilos, paseantes, bucktail jigs y minnows. Tan sólo una oblada de buen tamaño que atacó a mi Sammy 115 y se enganchó del triple de cola.

Cuando la jornada estaba cerca de finalizar, optamos por cambiar de zona, paramos en un sitio donde la sonda nos marcó bastante pescado, lanzamos unos vinilos, y mi Shaker con cabeza plomada de 28 gramos engaño a una bonita lubina mientras estaba cayendo hacia el fondo.

Santi tiene buena mano para las fotos.

Detalle de la cabeza de la lubina con el señuelo que la engañó.

Es curiosa la frecuencia con la que las lubinas pican a la caída del vinilo hacia el fondo.

La jornada del sábado no dio para más. El domingo, salimos a las 6 y media hacia la misma zona. Buen tiempo, nublado, sin apenas viento, con sirimiri, ideal para pescar. Empezamos a tantear la zona, y la primera hora transcurrió sin picada alguna. Cambié los vinilos por un Sammy 115 y al cuarto lance, una lubina de buen tamaño, a juzgar por el salpicón que pegó, atacó al señuelo, pero no la enganché. Me quedé con mal sabor de boca, menos mal que media hora después, el Shaker volvió a engañar a una bonita pieza de cerca de los dos kilos, también a la caída.

Aguas claras, señuelos claros o transparentes, normalmente los pongo.

Bonita macro que sacó Santi tanto al pez como al señuelo.

Las poses de rigor.

Tuvimos un largo rato sin señales de vida de más lubinas, tan sólo las agujas se dedicaron a fastidiar vinilos de manera sistemática. A punto de cambiar de zona, le digo a Santi, venga, un lance más y cambiamos de sitio. Yo tenía puesto un Mother Worm transparente con brillantina, con una cabeza Illex Lightning de 21 gramos, dejé caer el vinilo al fondo, y comencé a recuperar con tirones muy continuados y violentos. A medio camino, picada, se suelta, pero dos segundos más tarde vuelve a picar y esta vez no se suelta. Kilo doscientos de lubina, y una muy buena pelea con mi nueva caña para pesca muy ligera, la Hart Virux 5-12 gramos.

Y colorín colorado, el día no dio más, lo que más siento es que mi amigo Santi no ha tenido fortuna este fin de semana, supongo que porque se la reservó para la gorda de 7 kilos que tiene esperando, y que como siempre dice, la pescará y la soltará despues de sacarle unas fotos.

Mis equipos de pesca:

* Caña Maria Steady 2,40 m. acción 10-50 gr. Muy buena caña cuya calidad justifica su precio.Carrete Daiwa Luvias 3000, con PE Saltwater1,5 de Unitika.

* Caña Hart Virux de una pieza, 1,98 m. acción 5-12 ( en realidad admite lanzar 25 gramos) con carrete Shimano Nexave 2500 e hilo Power Pro de 10 libras.

Y enhorabuena a mi cuñado Manolo, que ayer la armó y bien gorda, y si tiene a bien hacerlo publicará una muy buena captura.

Seguimos aprendiendo con los vinilos y cada día sabemos un poco más. Es para mí mucho más apasionante que la pesca con minnows, aunque es cuestión de gustos.