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miércoles, 9 de enero de 2008

¡Más atunes!


Aprovecho estos momentos libres que tengo para narrar un poco lo vivido a finales del verano pasado en mi segunda salida a pescar bonitos a Jigging.

Como en nuestra salida anterior, el tiempo que nos acompañó por la mañana era ideal para la pesca. Estaba el cielo encapotado y la mar se mostraba un poco agitadilla pero con tendencia a calmar como así sucedió a lo largo de la jornada.

Esta vez, salimos Danel, Miguel, Manolo y yo junto a Martìn “Laga”, que venía como invitado y con muy pocas horas de sueño.¡Ayyy! ¡Esas fiestas de Ibarrangelu….! Ja, ja, ja,

Primero pusimos rumbo Norte para luego tomar para el Oeste. Durante el camino fuimos preparando los aparejos cambiando los bajos de línea, atando los emerillones con nudos nuevos y montando los jigs que cada uno pensaba podían ser los que nos dieran más capturas que a los otros (al final, todos pescan más o menos lo mismo).

La ruta estaba llena de charlas nerviosas por ansiar el momento en localicemos los bancos de bonitos y despachar con ellos toda la adrenalina acumulada a lo largo de la semana en nuestros respectivos trabajos. Estas charlas, alguna broma que otra y la comida que nunca falta en el barco hacen que el tiempo desde que salimos hasta que damos con el banco de atunes transcurra más rápido y la jornada resulte más amena. Había alguno que aún tenía el cuerpo dolido por el esfuerzo realizado con los atunes en la salida anterior.

Cuando llevamos casi tres horas de ruta, a lo lejos, avistamos tres barcos deportivos que realizan cierta clase de maniobras que nos hace pensar en la presencia de atunes a su alrededor. Rápidamente pusimos rumbo hacia ellos y, quinientos metros antes de llegar hasta ellos, vimos los primeros saltos de atunes. Eran pocos los saltos pero en estos primeros momentos nada importa. Nos acercamos hasta donde estaban saltando y …¡a lanzar jigs!

En los primeros lances no obtuvimos ninguna picada. El banco se nos alejaba del barco y esperábamos ver nuevos saltos para emprender la persecución, posicionarnos y lanzar otra vez los jigs. En media docena de intentos no pudimos engañar a ningún pez pero una vez que picó el primero se sucedieron las picadas y capturas.



Más o menos, la jornada transcurrió como la anterior, persiguiendo al banco de atunes una y otra vez. A veces, avistábamos un nuevo banco, dejábamos en paz al primero y seguíamos al nuevo. Tuvimos menos capturas que la anterior salida pero también estuvo muy bien dada la cantidad pescada. Todos los atunes, una vez izados a cubierta y desanzuelados, volvieron al agua vivitos y coleando con el deseo que se recupere la especie. Lo pasamos en grande y Martìn el “invitado” el que más. Aun recuerdo la cara que ponía cuando el primer atún mordió el jig que le lanzó y le empezó a sacar línea. Ja, ja, ja, ja, ……. Decir que Miguel aprovechó la jornada para tirarse al agua y sacar unas estupendas fotos de algún atún luchando por soltarse en su medio. Una muestra es la que he puesto encabezando éste post.


La vuelta la aprovechamos para comernos una muy buena ensaladita preparada “in situ” por Miguel, un poco de chorizo, tortillita de patatas, filetes de carne y para terminar con un poco de café y un brindis con cava. ¡A la salud de todos vosotros!


Ahora, entrado el invierno, con mucho frío y lluvia, añoramos ésos días. ¿Dónde está el verano? ………….


2 comentarios:

Leon dijo...

Quiero agradecer desde aqui a todos estos montruos de la pesca, y al patron en especial, que nos hizo pasar unos dias inolvidables a bordo del bist eder.

Jose Manso dijo...

Me gusta mucho tu blog que incluyo con mis favoritos, enhorabuena, creo que estamos en una onda similar te dejo datos de mi blog que acabo de publicar, un saludo

turipescaprincipadoblogspot.com

Atún Rojo

Atún Rojo
Imagen capturada por Miguel